Por esto es que el masaje puede desarrollarse con bastante precisión y profesionalismo incluso no contando con unas manos de apoyo.
Queda claro que las manos en el masaje son sólo un apoyo prescindible. Que el sentido profundo y verdadero que se le de al masaje puede muy bien disolverse en tantas formas corporales como las queramos inventar y que nuestras manos son un apoyo si las tenemos. Me conmueve que en ciertas culturas la ceguera sea una ventaja para ejercer de masajista, igualmente considero que la falta de manos no tendría que ser una limitante para mismo propósito.
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